25 abr 2016

No te rías...

- Daaale, contame! que soñaste? Me preguntaba el otro día G.I. JOE, quien pasó de nuevo a visitarme. Para ver la primera aparición de G.I.JOE mirá

- Uff veo que viene muy a lo “Freud” la cosa.  No me hagas contarte al pedo, si ya sabés todo lo que tengo en la cabeza?.

- Hay cosas que todavía no puedo hacer y no creo que pueda nunca, me dijo. Decime cuantas veces soñaste conmigo? No puedo entrar a tu inconciente. Lo nuestro es pura conciencia. Yo te necesito despierta para existir y vos... bueh! vos me necesitas apenas abrís los ojos.

- Estemmmm, es verdad. Nunca soñé con vos… Es una buena noticia! Cuando te pongas demasiado denso me voy a dormir!

- Bueno claro, es lo que estuviste queriendo hacer estos últimos meses. Pero de verdad crees que es pura coincidencia el hecho que te despiertes siempre a las 4 de la mañana?.

- Basta!

- Contame entonces…

- Bueno, dale… pero no te rías!

-  Lo prometo.

... y le conté: estaba en la casa de mis viejos y Bob me dijo que un amigo de él venía a cenar.  Me pareció demasiado extraño, ya que papá hace mucho que no cena con nadie y si hace el esfuerzo lo hace solo por la familia.
Estaba mirando un poco de tele y en eso llega el invitado. El corazón casi se me salta del pecho cuando desde el living veo que el que pasa por el comedor hasta el patio es el mismísimo Reynaldo Sietecase.
No me acuerdo que hacía Mamá, no me acuerdo de nada, solo sé que me acomodé un poco la cara y salí al patio para corroborar que no fuera un sueño (dentro de otro sueño)… y no! Vos sabés? Ahí estaban los dos, salando la carne y mirando las costillitas con muy buen ánimo.
El tipo me miró pero estaba claro que yo le importaba un choto. Me saludó por cortesía y siguió tomando vino del vaso de metal que mi viejo le había convidado.
No sé cuanto duró la cena, no sé qué fue lo que hice desde que lo saludé hasta que finalmente comimos el asado, pero lo cierto es que  estuve toda la cena mirándolo como Karina a los sambuchitos y solo cuando agarró el abrigo y estaba a punto de irse le dije:  -“Sietecase…”

- Para para!! Como Sietecase?. No le dijiste Reynaldo?

- Si, ya se! Una gila, le dije Sietecase…

-  ahhh, pero hasta en los sueños sos así de boluda?.

- Ya empezás? No te cuento una mierda y averigualo vos forro!

- Nahhh, dale te estoy jodiendo.

- Bueno, pará! le dije: - “Sietecase, te arrobé en un Tweet con la dirección de mi blog, quizás puedas recomendar alguno de mis relatos en esa sección donde regalás libros”. Él me miró un poco perdido, como desconociendo nuevamente que la que hablaba era la hija de su amigo y un poco molesto me dijo:  - “Ahhh tenés un blog? Mirá… si no estás en papel y nadie te edita mucho no puedo hacer. Dejame ver”. Después se puso la campera de cuero, abrazó a mi viejo y se tomó el palo.

- Jajajajaja te zarpás! “Te arrobé en un Tweet”? En serio?

- Es un sueño!. Te pedí que no te rías!

- jajajajaja! Ahhh no no! Para.. pará… pará que me duele la panza y me meo… Jajajaja! Me muero.



- Nunca una buena vos? Chau me voy a dormir.

Lo cierto es que eran las 5 de la tarde y no contaba con una cama cerca para salir del paso.

G.I. JOE, siguió riéndose con esa risa tan pegadiza que estuve tentada muchas veces de acompañarlo. Ya no podía verlo pero seguía presente. Al rato  se aburrió y me dejó en paz. Yo por las dudas me puse a revisar el Twitter.


2 comentarios:

  1. Mas nerd no podes ser! en vez de rockstars o deportistas, soñas con periodistas de análisis político!

    ResponderBorrar
  2. Para Rockstar te tengo a vos. Lo de la política lo dejo pura y exclusivamente bajo tu responsabilidad.

    ResponderBorrar