- Daaale, contame! que soñaste? Me preguntaba el otro día G.I. JOE, quien pasó de nuevo a visitarme. Para ver la primera aparición de G.I.JOE mirá
- Uff veo que viene muy a lo “Freud” la cosa. No me hagas contarte al pedo, si ya sabés todo
lo que tengo en la cabeza?.
- Hay cosas que todavía no puedo hacer y no creo que pueda
nunca, me dijo. Decime cuantas veces soñaste conmigo? No puedo entrar a tu inconciente.
Lo nuestro es pura conciencia. Yo te necesito despierta para existir y vos...
bueh! vos me necesitas apenas abrís los ojos.
- Estemmmm, es verdad. Nunca soñé con vos… Es una buena
noticia! Cuando te pongas demasiado denso me voy a dormir!
- Bueno claro, es lo que estuviste queriendo hacer estos últimos
meses. Pero de verdad crees que es pura coincidencia el hecho que te despiertes
siempre a las 4 de la mañana?.
- Basta!
- Contame entonces…
- Bueno, dale… pero no te rías!
- Lo prometo.
... y le conté: estaba en la casa de mis viejos y Bob me dijo que un amigo
de él venía a cenar. Me pareció demasiado
extraño, ya que papá hace mucho que no cena con nadie y si hace el esfuerzo lo
hace solo por la familia.
Estaba mirando un poco de tele y en eso llega el invitado. El
corazón casi se me salta del pecho cuando desde el living veo que el que pasa
por el comedor hasta el patio es el mismísimo Reynaldo Sietecase.
No me acuerdo que hacía Mamá, no me acuerdo de nada, solo sé
que me acomodé un poco la cara y salí al patio para corroborar que no fuera un
sueño (dentro de otro sueño)… y no! Vos sabés? Ahí estaban los dos, salando la
carne y mirando las costillitas con muy buen ánimo.
El tipo me miró pero estaba claro que yo le importaba un
choto. Me saludó por cortesía y siguió tomando vino del vaso de metal que mi
viejo le había convidado.
No sé cuanto duró la cena, no sé qué fue lo que
hice desde que lo saludé hasta que finalmente comimos el asado, pero lo cierto
es que estuve toda la cena mirándolo como
Karina a los sambuchitos y solo cuando agarró el abrigo y estaba a punto de irse le
dije: -“Sietecase…”
- Para para!! Como Sietecase?. No le dijiste Reynaldo?
- Si, ya se! Una gila, le dije Sietecase…
- ahhh, pero hasta en los
sueños sos así de boluda?.
- Ya empezás? No te cuento una mierda y averigualo vos forro!
- Nahhh, dale te estoy jodiendo.
- Bueno, pará! le dije: - “Sietecase, te arrobé en un Tweet con la dirección de mi blog, quizás puedas recomendar alguno de mis relatos en
esa sección donde regalás libros”. Él me miró un poco perdido, como desconociendo
nuevamente que la que hablaba era la hija de su amigo y un poco molesto me
dijo: - “Ahhh tenés un blog? Mirá… si no
estás en papel y nadie te edita mucho no puedo hacer. Dejame ver”. Después se
puso la campera de cuero, abrazó a mi viejo y se tomó el palo.
- Jajajajaja te zarpás! “Te arrobé en un Tweet”? En serio?
- Es un sueño!. Te pedí que no te rías!
- jajajajaja! Ahhh no no! Para.. pará… pará que me duele la
panza y me meo… Jajajaja! Me muero.
- Nunca una buena vos? Chau me voy a dormir.
Lo cierto es que eran las 5 de la tarde y no contaba con una
cama cerca para salir del paso.
G.I. JOE, siguió riéndose con esa risa tan pegadiza que
estuve tentada muchas veces de acompañarlo. Ya no podía verlo pero seguía
presente. Al rato se aburrió y me dejó en paz. Yo por las dudas me puse a revisar el
Twitter.
Mas nerd no podes ser! en vez de rockstars o deportistas, soñas con periodistas de análisis político!
ResponderBorrarPara Rockstar te tengo a vos. Lo de la política lo dejo pura y exclusivamente bajo tu responsabilidad.
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