18 ago 2016

Dónde queda Aranjuez?

Estaba intentando por todos los medios hacer una nueva entrada al blog cuando G. I. Joe, queriendo empatizar conmigo, me trajo una sopa de letras y mientras armaba palabras empezó a comerme el coco.
Para el que todavía no sabe quien es G. I. Joe... fijate

-Marina —dijo.” Y solo hubo silencio. Un segundo después siguió—: Marina, Marina, Marina, Marina, Marina, Marin…. "

“-Que quereeeeees? Por dios!”

“-Te dije 20 veces Marina, porque no me contestas?”

“-Porque estoy ocupada!.

“-No importa! es importante. Me podés decir donde queda Aranjuez?”

“-Pero que se yo donde queda Aranjuez! Decime… ¿No tenés otra cosa más importante para hacer?.”

“-¿En serio no te suena? Veo Aranjuez en todas tus neuronas”.

“-Ayyy no! te pido por favor, dejame un segundo en paz, estoy intentando hacer una entrada en el Blog”.

“-Pero no seas tarada contame, vos sabés que yo te puedo ayudar. Te desenchufo de acá… y te enchufo por allá.. y algo va a salir”.

“-Ufff ni me recuerdes… Es una boludez, algo de cuando era chica….”

“-Faaaa! Soy todo oídos! Me encantan las cosas de la infancia”.

“-Bueno. El tema es así: la maestra de Lengua nos había enseñado una canción que a mí me había encantado y yo, que en ese tiempo solo tenía acceso a la tele, me obsesionaba con cantarme todos los temas que se me  cruzaran una y otra vez y creo que mi cerebro una vez que la escuchó, le hizo clic en el botón de repeat y no paró...”

“-Pero qué onda? Ahora también la escuchás? tuviste una regresión? Porque Aranjuez ahora”.

“-Aguantá! querés que te cuente o no? Hace unos días vengo trabada con la escritura. No me sale nada y cuando me pasa eso, agarro la libretita y anoto: UNA VEZ (como para empezar la historia) y algo se me ocurre.

“-Ajam… y entonces?”

“-Bueno la canción decía así: UNA VEZ Hubo un juez que vivía en Aranjuez, fue a pescar un gran pez, uno, dos y tres…”

“-Ay no que ternura, pobrecita! Tenés muchos problemas. Relajá un poco, que tenés la bocha empapelada con esa canción de mierda”.

“-Es lo que intento desesperadamente!!! No te diste cuenta?”.

“-Bueno, pero para que estoy yo? Por suerte tengo mil canciones para regalarte. Escucha esta: un elefante se columpiaba sobre la tela de una araña…”

“-La gran puta! Yo sabía que no tenía que contestarte”.

G. I. Joe. Siguió un buen rato, contó hasta 1035 elefantes y luego se zambulló en el fondo del tazón.





2 comentarios:

  1. ay ay ay....esto se pone preocupante....
    digo por la sopa....está un poco seca de caldo...pobre G.I.Joe....
    que palo se debe haber dado.

    ResponderBorrar