Habiendo hecho bosta en tiempo record la sección de
películas independientes de Netflix, el otro día me vi obligada a buscar alguna
buena peli para bajar.
No me considero una buena crítica de cine (Uds. tampoco
lo harán) sino más bien una “medio pelo”. Podría haber inventado que elijo un
director, que sigo todos los festivales habidos y por haber, que he ido a cada
ciclo de cine extranjero que se ha realizado y bla bla bla… pero lo cierto es
que ya le he dado crédito a varios directores reconocidos y he intentado con
algunos festivales y sin embargo, mi desilusión crecía a medida que también lo
hacía mi deseo de ser una entendida en el tema.
Para mí las pelis se seleccionan así: 1º por la tapa y antes
que esto el nombre siempre es el primer filtro, 2º si la tapa me dice “podría
ser”, chequeo los actores y los directores y por último leo la sinopsis y veo el
tráiler en youtube. Algo así como volver a mis raíces… al gran método video club, buscando de manera
exhaustiva una tapa que te flasheara. Mientras tanto fui aprendiendo el arte de
la selección de pelis sin que “nadie” influyera en mi decisión, más que el
diseñador de tapas, quien -aunque uno piense que no es así-, sigue siempre un
mismo patrón a raja tablas, que al menos para mí las hace fácilmente
previsibles. [Próximamente prometo
realizar una entrada con una tipificación de tapas, para que los más
despistados no se ensarten una y otra vez con lo que no hay que ver].
Entonces, estaba revisando www.argenteam.net (recomiendo… de paso) y un
título por fin me llamó la atención: “White God”
y su tapa con unos cuantos perritos en la oscuridad de la noche.
Aunque me gustan los perros y me gustan en general los
animales (no soy la única, claro está), sería mejor guardar algunos reparos (si
es que es correcto llamar reparos en lugar de razonamientos medianamente
coherentes que intentan ir más allá de una moda) para con esos nuevos movimientos
pro animales o aquellos que bajo el mismo lema, soslayan una movida tan actual
como la de no comer carne solo porque las grasas te llenan de agujeros el culo.
Creo yo que no hay nada mas incoherente en esta época que aquellos que juegan a
ser los héroes y embajadores del respeto por el reino animal, mientras viven
una vida de hombre explotado y explotador, consumidor de todo tipo de productos
que en algún momento de su producción terminarán explotando tanto a humanos
como animales, una vida amando la naturaleza mientras habitan en un pequeño
departamento del centro de una gran ciudad, en el cual es muy posible que jamás
conozcan el nombre de su vecino, una vida... para qué seguir?.
Entonces - quisiera pasar del entonces-, White God o Fehér
Isten mirá el trailer en húngaro, presenta la historia de “una nueva ley que da preferencia a
los perros de raza e impone un impuesto considerable por las razas cruzadas, lo
que provoca que las perreras se llenen rápidamente de perros abandonados que
pronto serán sacrificados”.
Nuevamente una buena tapa me trae una buena película y si
bien en una primera intuición, me pareció que quizás esta podría ser un golpe
bajo para lograr acercarnos un poco más a los amigos veganos, finalmente terminó
por reforzar mi idea sobre la imposibilidad de que aquel movimiento prospere,
mientras sigamos sin mirar a nuestros vecinos siendo maltratados, a nuestros
compañeros siendo maltratados, a nosotros mismos siendo víctimas de maltrato
por parte de otros vecinos, compañeros y nosotros mismos. Mirenlá, la
recomiendo, realicen su propia aventura y luego me cuentan.
La Maga. Anticrítica de
cine.
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16 oct 2015
White God
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